Santuario.
Santo enardecido,
vigilante,
perecedero
el humo se hace blanda
compañía,
rostros ennegrecidos,canos, decaídos,
ojos marcados por el viaje temporal
y la divina perorata,
Esperanza,
universo,
saltan de lo oscuro
del manantial y llanto,
lúgubres espasmos resuellan
el martilleo acompasado,
el canto fúnebre de baldosas,
en que carne hacinada, carbón humano,
Desgasta la idea de tiranía
y nuevos pasajes negros,
se escriben
en nuestra progresista historia de hecatombes…
y en la profundidad de la muerte
y en la vaguedad del existir,
no queda reposo
para la así llamada vida,
para el océano de mustios corazones.
Remachados escapularios
Y hembras enlutadas,
Gimen el producto de sus vientres,
el productor de nuevas palancas,
operarios,Materia para la maquinaria.
Partidos penetrados,
Silencio del ausente,
Él naufragó mientras corría del espanto,
Ellas dibujan el ocaso
de su repetido futuro,
En cada región
en cada recoveco olvidado
de esta gran patria,
progresistas y guerreros,
Madres de demencia adornada,
con justicia y armas de buena ley.
El esperpento anega nuestra
Mañana.Teñida de vino venal
y el tijereteo de las manos anónimas,
Prepara desde la torre,
el camino de los perdidos,
Mudos,en los márgenes del
Terror.Amén.
Autor: Daniel RojasP
- Publicado: Lunes, 15 Octubre 2007 06:36:52 GMT
- En: Intro-versión (Poesía)
- Permaenlace: Santuario.
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